viernes, 5 de septiembre de 2008

RNC - Día 4: McCain acepta


(...) "Sabeis que he sido llamado un maverick. A veces es un cumplido, y a veces no. Lo que de verdad significa es que entiendo para quién trabajo. No trabajo para mí mismo. Trabajo para vosotros.

He luchado contra la corrupción, y no importó si los culpables eran demócratas o republicanos. Violaron su confianza pública, y tenían que ser hechos responsables. Luché contra los grandes derrochadores en los dos partidos, que gastan vuestro dinero en cosas que ni necesitais ni queréis, mientras pasáis apuros para comprar comida, llenar el depósito de combustible, y pagar vuestras hipotecas. He luchado para librarnos de cheques de millones de dólares en nuestras elecciones. He luchado contra lobbyistas que robaron a las tribus indias. Luché contra tratos deshonestos en el Pentágono. Luché contra las compañías de tabaco y los abogados, compañías farmacéuticas y jefes sindicales.

Luché por la estrategia correcta y más tropas en Iraq, cuando no era popular hacerlo. Y cuando los expertos dijeron que mi campaña estaba acabada, yo dije que prefería perder una elección que ver a mi país perder una guerra."

(...) "Lucho por los americanos. Lucho por vosotros. Lucho por Bill y Sue Nebe, de Farmington Hills, Michigan, que perdieron sus inversiones inmobiliarias en el peor mercado mobiliario. Bill consiguió un trabajo temporal después de estar siete meses sin trabajar. Sue tiene tres empleos para ayudar a pagar las facturas.

Lucho por Jake y Toni Wimmer, de Franklin County, Pennsylvania. Jake trabaja en un puerto de embarque, entrena en las ligas menores, y recauda dinero para los discapacitados mentales y físicos. Toni es una maestra. Tienen dos hijos, el más joven, Luke, ha sido diagnosticado con autismo. Sus vidas deberían importar a la gente que eligen para un cargo público. Ellos me importan a mí.

Lucho por la familia de Matthew Stanley de Wolfboro, New Hampshire, que murió sirviendo a nuestro país en Iraq. Yo llevo su brazalete y pienso en él todos los días. Intento honrar su sacrificio asegurando que el país que su hijo amaba y al que nunca regresó, permanezca seguro de sus enemigos.

Lucho para restaurar el orgullo y los principios de nuestro partido. Fuimos electos para cambiar Washington, y dejamos que Washington nos cambiara. Perdimos la confianza del pueblo americano cuando algunos republicanos cayeron en la tentación de la corrupción. Perdimos su confianza cuando más que reformar el Gobierno, ambos partidos lo hicieron más grande. Perdimos su confianza cuando en lugar de liberarnos de una peligrosa dependencia del petroleo extranjero, los dos partidos y el Senador Obama aprobaron otro proyecto de bienestar corporativo para las compañías petroleras. Perdimos su confianza, cuando valoramos nuestro poder por encima de nuestros principios.

Vamos a cambiar eso. Recuperaremos la confianza de la gente, defendiendo los valores que América admira. El partido de Lincoln, Roosevelt, y Reagan va a volver a sus fundamentos."

(...) "Mantendré los impuestos bajos y los recortaré donde pueda. Mi oponente los elevará. Abriré nuevos mercados a nuestros bienes y servicios. Mi oponente los cerrará. Recortaré el gasto del Gobierno. Él lo incrementará. Mi recorte de impuestos creará empleos. Su incremento de impuestos los eliminará. Mi plan de asistencia sanitaria facilitará que más americanos puedan encontrar y conservar seguro médico. Su plan forzará a los pequeños negocios a recortar empleos, reducir sueldos, y forzar a las familias a utilizar un sistema de salud manejado por el Gobierno, en el que un burócrata está entre vosotros y vuestro médico. "

(...) "La educación es el asunto de derechos civiles de este siglo. Hemos ganado acceso igual a la educación pública. ¿Pero cual es el valor de acceder a una escuela defectuosa? Necesitamos reorganizar totalmente la fracasada burocracia escolar con competición, otorgar poderes a los padres para elegir, remover barreras para cualificar a los instructores, atraer y recompensar a los buenos maestros, y ayudar a los malos maestros a buscar otra línea de trabajo.

Cuando una escuela pública fracasa en sus obligaciones hacia los estudiantes, los padres merecen una elección en la educación de sus hijos. Y yo intento dársela. Algunos pueden elegir una escuela pública mejor. Algunos pueden elegir una privada. Muchos elegirán una escuela pública experimental. Pero ellos tendrán esa elección, y sus hijos tendrán esa oportunidad.

El Senador Obama quiere que nuestras escuelas respondan a los sindicatos y afiancen la burocracia. Yo quiero que las escuelas respondan a padres y estudiantes. Y cuando yo sea Presidente, lo harán."

(...) "Cuando yo sea Presidente, vamos a embarcarnos en el proyecto nacional más ambicioso en décadas. Vamos a dejar de enviar 700,000 millones de dólares al año a países a los que no gustamos mucho. Atacaremos el problema en todos los frentes. Produciremos más energía en casa. Perforaremos más bienes en el mar, y los perforaremos ahora. Construiremos más plantas nucleares. Desarrollaremos más carbón limpio. Incrementaremos el uso del viento, la marea, el sol y el gas natural. Fomentaremos el desarrollo y uso de automóviles híbridos, eléctricos, y de combustible flexible.

El Senador Obama cree que podemos conseguir la independencia energética sin más perforaciones, y sin más energía nuclear. Pero los americanos sabemos mejor que eso. Debemos utilizar todos los recursos y desarrollar todas las tecnologías necesarias para rescatar nuestra economía del daño causado por los crecientes precios del petróleo, y restaurar la salud de nuestro planeta. Es un plan ambicioso, pero los americanos son ambiciosos por naturaleza, y hemos enfrentado mayores desafíos. Es hora de que demostremos al mundo de nuevo cómo lideramos los americanos."

(...) "Estoy muy orgulloso de haber introducido a nuestra futura Vicepresidenta al país. Pero no puedo esperar hasta introducirla en Washington. Y dejarme ofrecer un avance advirtiendo a esa multitud de Washington de viejos, derrochadores, que no hacen nada, los del yo primero, el país segundo: viene cambio."

(...) "El constante rencor partidista que nos impide resolver problemas no es una causa, es un síntoma. Es lo que ocurre cuando la gente va a Washington a trabajar para ellos mismos y no para ti. Una y otra vez, yo he trabajado con miembros de ambos partidos para arreglar problemas que necesitaban ser solucionados. Es así como gobernaré como Presidente. Alargaré mi mano a cualquiera que me ayude a poner este país en marcha otra vez. Tengo ese historial y las cicatrices para probarlo. El Senador Obama no."

(...) "Cuando tenía cinco años de edad, un coche paró delante de nuestra casa. Un oficial bajó la ventanilla, y dijo a mi padre que los japoneses habían bombardeado Pearl Harbor. Raramente vi más a mi padre durante cuatro años. Mi abuelo volvió a casa de aquella misma guerra, agotado por las cargas que había soportado, y murió al día siguiente. En Vietnam, donde formé las mejores amistades de mi vida, algunos de esos amigos nunca volvieron a casa conmigo. Odio la guerra. Es más terrible de lo imaginable.

Me presento a Presidente para mantener seguro el país que quiero, y prevenir que otras familias pongan en peligro en la guerra a sus seres amados, como mi familia. Tiraré de toda mi experiencia con el mundo y sus líderes, y todas las herramientas a nuestra disposición, diplomáticas, económicas, militares, y el poder de nuestros ideales, para construir los fundamentos para una paz estable y duradera."

(...) "Hace mucho, algo inusual me ocurrió que me enseñó la lección más valiosa de mi vida. Fui bendecido por la desgracia. Fui bendecido porque serví en compañía de héroes, y presencié miles de actos de coraje, compasión y amor.

Una mañana de octubre, en el golfo de Tonkin, me preparé para mi misión número 23 sobre Vietnam del Norte. No estaba preocupado porque no pudiera volver sano y salvo. Pensaba que era más duro que nadie. Era muy independiente entonces también. Me gustaba romper algunas reglas, y escoger algunas luchas por diversión. Pero lo hacía por mi propio placer, mi propio orgullo. No pensaba que había una causa más importante que yo.

Entonces me encontré cayendo en mitad de un pequeño lago en la ciduad de Hanoi, con dos brazos rotos, una pierna rota, y una multitud enfadada esperando recibirme. Fui depositado en una oscura celda, y dejado morir. Nunca me sentí tan mal. Cuando descubrieron que mi padre era un almirante, me llevaron a un hospital. No pudieron soldar mis huesos apropiadamente, así que sólo me pusieorn una escayola de cualquier manera. Cuando no mejoré, y bajé unas cien libras, me colocaron en una celda con otros dos americanos. No podía hacer nada. Ni siquiera podía alimentarme. Ellos lo hicieron por mí. Empezaba a aprender los límites de mi egoísta independencia. Esos hombres salvaron mi vida.

Estaba en confinamiento solitario cuando mis captores me ofrecieron liberarme. Sabía por qué. Si iba a casa, lo utilizarían como propaganda para desmoralizar a los demás prisioneros. Nuestro código decía que sólo podríamos ir a casa respetando el orden de nuestra captura, y había hombres que habían sido derribados antes que yo. Pensé sobre ello. No estaba en buena condición, y echaba de menos todo de América. Pero lo rechacé.

Muchos prisioneros estaban peor que yo. Yo había sido maltratado antes, pero no tan mal como otros. Siempre me gustó pavonearme para demostrar a los otros tipos que era suficientemente duro. Pero después de rechazar su oferta, me trataron más duramente de lo que lo habían hecho nunca antes. Por mucho tiempo. Y me destrozaron.

Cuando me llevaron de vuelta a mi celda, estaba lastimado y avergonzado, y no sabía cómo enfrentaría a los demás prisioneros. El buen hombre de la celda de al lado, mi amigo, Bob Craner, me salvó. A través de la pared me dijo que había peleado tan duro como podía. Ningún hombre puede defenderse sólo siempre. Y luego me dijo que me levantase y luchase otra vez por nuestro país, y por los hombres con los que tuve el honor de servir. Porque cada día ellos lucharon por mí.


Me enamoré de mi país cuando fui un prisionero en el país de otro. Lo amé no sólo por las comodidades de la vida de aquí. Lo amé por su decencia; por su fe en la sabiduría, justicia y bondad de su pueblo. Lo amé porque no era sólo un lugar, sino una idea, una causa por la que valía la pena luchar. Nunca más fui el mismo. No fui más un hombre egoísta. Fui un hombre de mi país."

(...) "Levantaos para defender a nuestro país de sus enemigos. Levantaos por los unos por los otros, por la bella, bendecida y generosa América. Levantaos, levantaos, levantaos y luchar. Nada es inevitable aquí. Somos americanos, y nunca abandonamos. Nunca lo dejamos. Nunca nos escondemos de la historia. Hacemos historia." (...)

8 comentarios:

Jordi Coll dijo...

Lo hizo mejor en 2004, pero este es el discurso que tenía que dar y, a pesar de sus limitaciones como orador, lo ha hecho bastante bien. Lo mejor, cuando ha criticado a los republicanos que se han dejado cambiar por Washington y el trozo final.

Al final no ha llevado corbata azul. xD

Jordi Coll dijo...

Cuando aquellos dos idiotas han interrumpido el discurso debería haber hecho como Reagan en el 80: "Oh, shut up!".

Antxon G. dijo...

La corbata que llevo es horrible. Siempre elige corbatas un poco extrañas. Deberían decirle que no se salga del azul o el rojo.

El discurso fue bueno. Lo que pasa es que McCain pone poca pasión al darlo. Pero eso es algo que ya se sabía. Nunca ha sido buen orador. Pero tiene otras características, sobre todo la confiabilidad y la sinceridad que transmite sin hacer uso de grandes efectos.

Lo del "Oh, shut up!" de Reagan sólo lo puede hacer Reagan. En cualquier otro podría dar otra impresión. Ya en el discurso de Bush en 2004 también hubo algunos que intentaron interrumpirlo.

Por cierto, Palin es ya más popular que Obama y McCain.

Jordi Coll dijo...

No recuerdo las palabras exactas, pero el final del discurso del 2004fue parecido. Decía algo así:

"Keep that faith, keep that courage, stick together, do not yield. We are Americans, we'll never surrender!"

Ayer dijo:

"Stand up, stand up, stand up and fight. Nothing is inevitable here. We're Americans, and we never give up. We never quit. We never hide from history. We make history."

El McCain de siempre.

Rafa Rubio dijo...

No se en la tele pero en el Xcel el final no se oyó absolutamente nada, ahogado por los aplausos, Mccain lo sabía y le dió igual, imagino que lo tendrían previsto. Es un truco que usa mucho Obama, provocar aplausos y prologar el discurso para qeu las palabras y los aplausos se fundan, no se entiende pero le da un altísimo contenido emotivo. Mccain podía haberlo hecho un par de veces durante el discurso pero le cuesta, y le gusta callar y esperar que acaben los aplausos, por eso creo que lo del final lo había ensayado. Pero estuvo realmente bien

Anónimo dijo...

Un discurso muy bueno y muy presidenciable. A destacar los tiritos lanzados a Bush "fuimos a cambiar Washington y Washington nos cambió a nosotros"

Ahora a esperar las encuestas y los datos de audiencia.

Antxon G. dijo...

Para las encuestas aún hay que esperar porque los Daily Tracking Polls toman muestras de diferentes días. Por ejemplo en el de Rasmussen de hoy, que da práctciamente un empate técnico, como dos tercios de los encuestados son anteriores al discurso de Palin que fue el miércoles. Así que hay que esperar. Los mejores números de Obama no llegaron como hasta cuatro días después de su discurso.

De todas formas este año creo que los debates pueden tener mayor impacto que las Convenciones.

Jordi, ese trozo que dices de su discurso de 2004, lo han utilizado mucho en anuncios de campaña. Con un plano contrapicado, desde abajo, que es como da más fuerza, tomado con otra cámara, y el sonido original. Estas serían las imágenes. Hacia el final lo dice. No me diréis que no sale mejor en contrapicado, que de frente. De ahí que diga y repita lo de las plataformas elevadas. Dan una imagen de poderío.

Matías Rivadeneira dijo...

El discurso de McCain fue más visto que el de Obama. 38.8 millones de telespectadores contra 38.38 del niño mimado del mainstream media (Fuente).