jueves, 6 de diciembre de 2007

En Campaña: "Faith in America" por Romney

"Cuando coloque mi mano sobre la Biblia y tome juramento, ese juramento se convertirá en mi más alta promesa a Dios. (...) Si tengo la fortuna de convertirme en vuestro Presidente, no serviré a una religión, a un grupo, a una causa, a ningún interés. Un Presidente debe servir únicamente a la causa común del pueblo de los Estados Unidos". Son algunas de las palabras pronunciadas esta mañana por el Gobernador Mitt Romney en la George Bush Presidential Library and Museum en un emotivo discurso de 25 minutos.

Introducido por el ex Presidente Bush, gran amigo de su padre George Romney, el candidato ha enfrentado las desconfianzas hacia su fe mormona, dejando claro que si bien la fe es un argumento central en su vida, no se convertirá en portavoz de ninguna Iglesia si es elegido Presidente. Se ha mostrado orgulloso de su pertenencia a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ha hablado de libertad, ha rememorado la histórica intervención del Presidente Kennedy, y tampoco ha dejado pasar la ocasión para lanzar guiños a los evangélicos y atacar el secularismo. La intervención ha recibido una masiva cobertura mediática, siendo televisada en directo por todos los canales de noticias. Puede haber sido un buen tanto para su campaña. Buen discurso. Aquí tenéis el video del discurso completo (Real Player). Para verlo en Youtube aquí.

He traducido algunos extractos:

(...) Gobernador Mitt Romney: "Hace casi 50 años otro candidato de Massachusetts explicó que era un americano presentándose a Presidente, no un católico presentándose a Presidente. Como él, yo soy un americano que se presenta a Presidente. No defino mi candidatura por mi religión. Una persona no debería ser elegida por su fe, ni rechazada por su fe. Dejarme que os asegure que ninguna autoridad de mi Iglesia, o de ninguna otra Iglesia, ejercerá nunca influencia sobre las decisiones presidenciales. Su autoridad es suya, dentro de la esfera de los asuntos de la Iglesia, y termina donde los asuntos de la Nación comienzan.

(...) Algunos preferirían si simplemente me distanciara de mi religión, decir que es más una tradición que mi convicción personal. Eso no lo haré. Creo en mi fe mormona y me esfuerzo en vivir por ella. Mi fe es la fe de mis padres. Seré honesto con ellos y con mis creencias.

(...) Algunos creen que semejante confesión de mi fe hundirá mi candidatura. Si están en lo cierto, así sea. Pero pienso que subestiman al pueblo americano. Los americanos no respetan a los creyentes de conveniencia. Los americanos se cansan de esos que abandonan sus creencias, incluso para ganarse al mundo.

(...) Hay una pregunta fundamental que siempre me he hecho. ¿Qué creo de Jesucristo? Creo que Jesucristo es el hijo de Dios y el salvador de la humanidad. Las creencias de mi Iglesia sobre Cristo pueden no ser todas iguales a las de otras religiones. Cada religión tiene su propia y única doctrina e historia. Estas no son bases de crítica sino una prueba de nuestra tolerancia. La tolerancia religiosa sería un principio superficial si estuviera reservada sólo a las religiones con las que nosotros estamos de acuerdo.

(...) Ningún candidato debería convertirse en portavoz de su fe. Si se convierte en Presidente necesitará las oraciones de gente de todas las religiones. (...) Es importante reconocer que aunque existan diferencias teológicas entre las diferentes Iglesias en America, compartimos unas convicciones morales comúnes. Y en lo que concierne a los asuntos de nuestra Nación, existe una sensata regla para enfocar lo último- los grandes principios morales que nos impulsan a todos en una dirección común. Ya sea la causa de la abolición, o de los derechos civiles, o del derecho a la vida, ningún movimiento de conciencia que no pueda hablar a las convicciones de la gente de fe puede tener éxito en America.

(...) Creo que toda religión con la que me he encontrado, arrastra a sus partidarios más cerca de Dios. Y en toda religión que he conocido, hay rasgos que desearía para la mía: me encanta la profudna ceremonia de la Misa Católica, la accesibilidad de Dios en las oraciones de los Evangélicos, la sensibilidad del espíritu entre los Pentecostesianos, la independencia segura de los Luteranos, las antiguas tradiciones de los judíos, sin cambios a lo largo de los años, y el compromiso con el rezo de los musulmanes. Mientras viajo a través del país y veo nuestros pueblos y ciudades, soy siempre conmovido por las muchas casas de oración con sus agujas, todas apuntando al cielo, recordándonos la fuente de las bendiciones de la vida.

(...) Separamos los asuntos de la Iglesia y el Estado en este país, y por una buena razón. Ninguna religión debería dictar al Estado, ni debería el Estado interferir en la libre práctica de la religión. Pero en años recientes, la noción de separación de Iglesia y Estado ha sido llevado por algunos más allá de su significado original. Buscan retirar del dominio público cualquier reconocimiento de Dios. La religión es vista simplemente como una cuestión privada sin un lugar en la vida pública. Es como si intentaran establecer una nueva religión en América: la religión del secularismo. Están equivocados. Tendré cuidado de separar los asuntos de gobierno de cualquier religión, pero no haré que nos separemos del Dios que nos dio la libertad.

(...) La libertad implica religión de la misma manera que la religión implica libertad. La libertad abre las ventanas del alma de manera que los seres humanos puedan descubrir sus creencias más profundas y estar en íntima comunión con Dios. La libertad y la religión perduran juntas o perecen solas.

(...) Me enseñaron en mi hogar a honrar a Dios y a amar a mi vecino. Vi a mi padre marchar con Martin Luther King. Vi a mis padres ofrecer ayuda compasiva a los demás, de manera personal a gente cercana, y de manera consecuente liderando movimientos de voluntariado nacional.

(...) Mi fe se asienta en estas verdades. Lo podéis presenciar en mi matrimonio con Ann y en nuestra familia. Estamos lejos de la perfección, y seguro hemos tropezado a lo largo del camino, pero nuestras aspiraciones, nuestros valores, son los mismos que los de otras religiones que se asientan sobre fundamentos comunes. Y estas convicciones informarán efectivamente mi Presidencia." (...)

5 comentarios:

Jordi Coll dijo...

Parece que ha gustado. En la blogosfera republicana dicen que Romney "nailed it" (la clavó) y que hizo "an outstanding job" (un trabajo formidable). De todas formas, no me parece tan excepcional. Decir que a uno no se le debe juzgar por su fe y que debe haber separación de iglesia y estado no es nada nuevo. Lo que sí que está bien, de cara a los evangélicos, es la relación entre libertad y religión que ha descrito, pero en conjunto no me parece que sea para tanto.

Antxon G. dijo...

Lo más importante de esto es la cobertura positiva. Ha podido hablar él mismo en directo, con sus palabras. Y lo que consigue es que si alguien lo cuestiona en el futuro por cualqueir cosa relaicoanda con su fe, pdorá acusarle de ser un intolerante.

De todas formas yo hubiera hecho el discurso en Iowa. Aunque la foto con lso Bush también tiene su atractivo. Es una imagen de poder.

periplaneta dijo...

Ale, el amigo Mitt ya tiene su vídeo subtitulado.

interesante discurso. Pero en una mentalidad europea creo que no se acaba de entender su necesidad o utilidad. Hacer una confesión pública de fe, y del respeto a la separación Iglesia-Estado, sería redundar en algo que todo el mundo asume, sin necesidad de explicitarlo.

un discurso de este tipo sería considerado como una ejercicio de exibicionismo. A quién le importa de qué religión sea el candidato? Es más, importa que tenga alguna? Mientras sepa dirigir bien los asuntos públicos, lo que haga en su casa es cosa suya.

esa es la mentalidad europea. Igual me equivoco. Lo mío son los subtítulos y aprender inglés lo más rápido posible, jeje.

Antxon G. dijo...

No estoy de acuerdo. Si un musulmán fuese el candidato d eun partido mayoritario a presidir el gobienro de una nación europea, seguramente tendría que hacer alguna declaración similar para dejar claro que sus convicciones religiosas no afectarían al modo de gobernar y tomar decisiones.

Lo que ocurre en Europa es que todavía no se está acostumbrado a tener gobernantes de religiones, razas, o procedencias "extrañas" en relación a la mayoría de la población.

periplaneta dijo...

es cierto. Conforme iba escribiendo, pensaba: "Y si se presentara un musulmán?"

pero con todo, no creo que la opción religiosa del candidato sea tan relevante en europa como en USA.